Un descanso viendo "La Ola"

Aunque se que estáis muy liados con el final de curso, siempre hay un momento de ocio en el fin de semana para descansar, y qué mejor que ver una película.

Os recomiendo "la Ola", "die Welle" en alemán, que dirige Dennis Gansel. Se desarrolla en un instituto, está muy bien construida y por tratarse de protagonistas de más o menos

vuestra edad, con los problemas y dudas que vosotros a veces os plantearéis, puede resultaros interesante, en todo caso no creo que os deje impasibles.

Comienza con la propuesta de un profesor, en un seminario semanal que trata sobre La autocracia, de aplicar algunas prácticas de este sistema en la propia clase, para poder comprender mejor qué es, y

porqué llega a tener tanta fuerza en determinados momentos de la historia. Para los que dais griego, habréis reconocido que la palabra autocracia viene de αυτός que significa "uno mismo" y κράτος "poder, gobierno", si se aplica a un Estado es la forma de gobierno propia de las dictaduras, en el cual la voluntad de una sola persona es la suprema ley.

Crónica Lucentum-Marq: Arcaico-Clásico-Helenístico

Las 8 y media, ojos somnolientos, sonrisas interiores en el rostro, el cielo nublado pero abriéndose a nuestro paso. Por fin nos vamos de excursión.

Pronto llegamos a Lucentum, y nos toca esperar un rato que sea la hora convenida, aquí ya vamos charlando con unos y otros hasta que los guías nos recogen para hacer http://www.blogger.com/img/blank.gifel taller de arqueología. Creo que les sorprendimos, no sólo por la edad, sino por las preguntas, seguro que ahora ya sabrán datar el neolítico alicantino.

Y luego el yacimiento, las diferencias entre las casas íberas y las romanas, las inscripciones funerarias, el foro, las termas, las tabernas, la calle de Popilio, ese liberto que D.S. sufragó las termas. Y nos sigue el buen día. Acabamos deprisa deprisa que nos vamos al MARQ.

Respiramos hondo, silencio absoluto, La Belleza del Cuerpo en la Antigua Grecia, qué hermoso que distingáis la sonrisa arcaica, y el contrapposto, y la curva praxiteliana, y esas diosas y dioses, y los cuerpos retorciéndose, hasta llegar a Olimpia, y en fin, el Discóbolo.

Belleza, armonía y paz interior, como dijo José Vicente.

Creo que nuestra excursión evolucionó tal que el arte griego: Primero Arcaico, después clásico, y el final helenístico. Y muchos nos quedamos con ganas de más.

Ya sabéis chicos y chicas podéis ir de visita con vuestros amigos, les sorprenderéis, recorrer tranquilamente las salas de Iberos, Roma, Medieval, el pecio de arqueología subacuática, y al acabar un refrigerio en los jardines. Una delicia.